La mordedura de grandes carnívoros, posiblemente hienas, aún
puede observarse en el fémur de un homínido de hace 500.000 años que se ha
encontrado en una cueva de Marruecos, cerca de la ciudad de Casablanca. Su
descubrimiento permite entender mejor cómo interaccionaban los humanos y estos
animales durante el Pleistoceno Medio, cuando ambos ocupaban las mismas áreas y
debían competir por espacios y recursos comunes para sobrevivir.
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