“Este curso 2016-2017 se completa la implantación de una reforma
educativa impulsada por el Gobierno en 2012 con la puesta en marcha de
las Pruebas de Evaluación Final de ESO y Bachillerato. La de
Bachillerato no tiene efectos académicos en este curso, pero sí sirve
para poder acceder a la Universidad el curso que viene”. Con este
párrafo culminaba la nota de prensa enviada por el Ministerio de
Educación el pasado martes 13 de septiembre, en la inauguración del
curso escolar. “Normalidad y tranquilidad” eran, unos días antes, los
términos que empleaba el secretario de Estado de Educación, Marcial
Marín, para caracterizar este comienzo de curso.
Espero que seamos capaces de darle la vuelta a este tema y que la reacción de la ciudadanía sea de absoluto rechazo. Me gustaría que sintieran vergüenza de haber sido tan osados de intentar volver a las reválidas en pleno siglo XXI.
ResponderEliminar