Las plumas de Archaeopteryx no sirvieron primero para volar.
Un nuevo especimen de Archaeopteryx -el eslabón entre reptil
y ave- revela características hasta ahora desconocidas del plumaje de los
dinosaurios alados. Los primeros resultados arrojan luz sobre la función
original de las plumas y su disposición para el vuelo.
Un siglo y medio después de su descubrimiento y 150 millones
de años desde que volase, el Archaeopteryx todavía tiene sorpresas: El undécimo
especimen de la icónica "ave basal" descubierto hasta ahora tiene el
plumaje mejor conservado de todos, lo que permite comparaciones detalladas con
otros dinosaurios emplumados.
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