La han bautizado como "Laia" y se trata de un
primate que podría haber sido el último ancestro común entre gibones y grandes
simios y los humanos.
Investigadores del Institut Català de Paleontologia la
descubrieron en el yacimiento paleontológico que hay en el vertedero de Can
Mata, en Els Hostalets de Pierola (Barcelona).
Los restos encontrados de este nuevo primate, 70 restos
óseos del cráneo y otros de la pierna y el brazo izquierdo, corresponden a una
hembra adulta, que pesaba unos 4-5 kilos, se alimentaba de frutos blandos y
trepaba y se colgaba por las copas de los árboles.
El cráneo ha sido reconstruido virtualmente con escáneres de
alta resolución y, con los restos de las extremidades, se ha visto que Laia
tiene algunos caracteres primitivos, como la anatomía del brazo, la
articulación entre el húmero y el radio, y los huesos de la muñeca, que
presentan el diseño básico de los hominoideos actuales.
El trabajo de este equipo, publicado en "Science"
puede proporcionar pistas muy sólidas sobre el origen de los gibones actuales,
de momento se sabe que Laia se caracterizan por no tener cola externa y es la
especie que hace 17 millones de años.
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