Una vez más, el CSN ha hecho gala de su tradición de órgano
regulador captado por el regulado y, en una decisión sin precedente alguno, ha
concedido a Garoña, la central nuclear más antigua y con la tecnología más
obsoleta, la posibilidad de continuar operando. Pero no sólo eso, lo ha hecho
con una extraordinaria originalidad tratándose de una central nuclear.
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